miércoles, 2 de marzo de 2011

COMUNIDAD O GRUPO

En la apertura de una comunidad de práctica, además de tener dispuestas condiciones de interés u objetivos comunes, hay que contemplar los elementos de la metodología. En este punto se vislumbran experiencias, puntos de encuentro, visión y perspectiva del grupo.

En el diseño de la metodología para los encuentros sincrónicos o asincrónicos se evidencia la importancia para la búsqueda de la herramienta. En este aspecto retomo la primera lectura sugerida “Technology for communities”, donde se afirma que uno de los problemas o beneficios puede estar en el uso de la tecnología como medio de comunicación de la comunidad. Me atrevo a afirmar que el problema no se encuentra en el uso de la tecnología sino en la claridad de los propósitos y objetivos de la comunidad. Cuando este aspecto no está claro el uso de la tecnología se convierte en una “capa de humo” que cubre las deficiencias que presenta la comunidad.

En tanto la comunidad se establezca en sus tres componentes: dominio, comunidad y práctica, como lo sugiere Wenger, la puesta en marcha del grupo tendría que contemplar las experiencias, disciplinas y el medio de participación. Si un grupo se encuentra proyectado y organizado en sus funciones respecto al origen de su creación hay mayor probabilidad que la CP tenga un buen surgimiento y finalización. Sin embargo no hay que olvidar que en el proceso, desarrollo y ejecución de la comunidad pueden presentarse obstáculos o beneficios que no estuvieron valorados desde el inicio, los cuales contribuyen a la retroalimentación y evaluación de la conformación de la comunidad.

La manera de cerrar esta reflexión la realizo mediante una pregunta que me surge a lo largo de las lecturas y a traves del análisis de CP ya conformadas. ¿Qué motiva a una persona a pertenecer a una CP y a permanecer en ella durante su ciclo de vida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario